Sernatur afina propuesta para el cobro por ingreso a Isla de Pascua

Basándose en la normativa existente en Galápagos, estudia crear una “ecotasa”, que genere ingresos para la conservación.

El Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) prepara una propuesta que presentará en los próximos días al Gobierno para el cobro de una “ecotasa” por el ingreso a Isla de Pascua, impuesto que se aplicaría a los turistas que lleguen a la zona y donde lo recaudado sería destinado a la conservación y preservación del patrimonio de la isla.

A este planteamiento se suma la idea de fijar un tiempo límite de estadía para los visitantes de la isla, tomando como ejemplo para ambos ítems la legislación existente en Ecuador para la isla Galápagos, que recauda cerca de US$ 12 millones al año por el cobro de ingreso a turistas.

Galápagos recibe cerca de 85 mil turistas al año y los extranjeros deben pagar un impuesto de US$ 100 por el ingreso, mientras que los visitantes provenientes de la Comunidad Andina de Naciones o el MERCOSUR US$ 25, y los turistas ecuatorianos, US$ 6.

La futura aplicación de estas medidas tiene un amplio respaldo en la Cámara de Turismo de Isla de Pascua. Su presidente, Edgar Hereveri, dice que hoy no se cobra más de $5 mil a los turistas por el ingreso al parque, muy poco como para cuidar su riqueza arqueológica.

En los últimos cinco años no ha habido una inversión del Estado para mejorar los sitios arqueológicos. Todo lo que se ha mejorado ha sido hecho por organismos extranjeros”, asegura el presidente del gremio.

Hereveri propone que la “ecotasa” se distribuya tanto en la conservación del parque como en aspectos sociales, como la educación y la protección de la lengua rapanui, argumentando que la cultura viva de los isleños es una de sus principales atracciones. Por eso, agrega, el gremio turístico también está por limitar la permanencia de los “continentales” y turistas.

“En Chile, la ley dice que los extranjeros deben permanecer en el territorio un plazo máximo de tres meses. Ese mismo concepto se debe aplicar en la isla no sólo a los extranjeros, sino también al visitante nacional, porque viene como turista.

Hay gente que viene a trabajar en la isla y se va quedando, y este es un territorio con un espacio, recursos y capacidad de inversión limitados”, finaliza.

El Mercurio