SANTIAGO NEOCLÁSICO: EL CLUB DE LA UNIÓN

Por sus salones se han paseado los hombres más ricos e influyentes del país; presidentes, y políticos. En sus grandes comedores a la hora de almuerzo suelen reunirse importantes hombres de negocios.

Es increíble que ya hayan pasado varios años desde que jubilé y vivo en Santiago de Chile. Salí junto a mi familia a estudiar y trabajar al extranjero en agosto de 1969. Volvimos sólo de visita al país a partir de 1980. Desde que decidimos volver y hacer nuestro hogar en Santiago, me he dedicado a redescubrir la ciudad, y por no decirlo, todo este país tan bello y lleno de historias. Desde entonces he "pateado la ciudad" visitando los edificios, de lo que yo he llamado " El Neoclásico Santiaguino" .


He visitado la mayor parte de sus edificios que han sido declarados monumentos arquitectónicos nacionales, sus iglesias, sus parques y museos. Todo lo he fotografiado y documentado; me fascinan sus parques llenos de esculturas; de sus iglesias guardo un archivo de las imágenes religiosas desde la época de la colonia hasta la actualidad.

He visitado sus edificios más emblemáticos para descubrir la "historia que encierran". He estudiado los edificios y monumentos con otra visión para descubrir sus estilos, su decoración exterior, detalles constructivos, etc.

Con Paty hemos aprovechado los programas del gobierno para la "tercera edad" y hemos recorrido todo el país desde Arica a Punta Arenas; son los viajes organizados a las distintas regiones más interesantes de mi país. Estos viajes se los he relatado en muchas de mis crónicas de viajes.

Todos los "primeros domingos de mayo" se celebra en Chile el Día del Patrimonio Nacional ; día en el cual se abren al público todo los edificios más emblemáticos que normalmente durante el resto del año, sólo se los puede visitar desde el exterior o se permite la entrada restringida al público, y entonces sólo a algunas de sus dependencias. Hemos aprovechado para conocer El Palacio de la Moneda , la Intendencia de Santiago, el Banco Central, el Club de la Unión , el Palacio Cousiño, la Academia Diplomática o Palacio del Club de Septiembre, el Ex Congreso Nacional, el Palacio de los Tribunales de Justicia, etc.

Durante todas estas visitas he sacado cientos de fotografías, tomado muchas notas de interés y recolectado mucha información. Hay muchos otros edificios del circuito de nuestro patrimonio que iremos visitando en los próximos años. Como les he contado, el resto de los edificios los he fotografiado desde el exterior, desde sus jardines o patios.

Con esta crónica inicié mi recorrido " La Ruta del Neoclásico Santiaguino"; les iré contando lo que he visto, y la "historia que ellos me han contado, y los fantasma que aun los habitan". Naturalmente que en Chile la mayor parte de lo que les contaré aparecen en múltiples páginas web en Internet, trataré de mostrarle a través de mis fotografías, algo distinto y quizás los incite a que ustedes visiten estos lugares de interés con sus familias.

FUNDADO EN 1864 POR UN GRUPO DE 100 SOCIOS

El Club de La Unión (MN) está ubicado en Alameda Bernardo O´Higgins 1091, en la esquina con la calle Nueva York. El Club de La Unión fue fundado en 1864 por un grupo de unos 100 socios, que conformaba la elite social y lo más selecto de la aristocracia chilena de la época. Se reunieron inicialmente en un céntrico edificio en la calle Huérfanos, de Santiago, para debatir el acontecer político, económico y social del país.

En 1912 las monjas agustinas lotearon el terreno donde se encontraba su convento que había sido construido en el Siglo XVIII para albergar a las viudas y huérfanos de los conquistadores muertos durante las guerras de Arauco. El convento ocupaba un cuadrante entre las calles Ahumada, Moneda, Bandera y Avenida Bernardo O'Higgins.

El diseño del edificio fue encargado a Alberto Cruz Montt, el arquitecto chileno más cotizado del principio del Siglo XX. Cruz Montt había estudiado en la Escuela Especial de Arquitectura de Paris. Durante el periodo de auge del salitre y de la minería a finales del Siglo XIX y principios del XX, se amasaron enormes fortunas, y durante este período se construyeron la mayor parte de los edificios emblemáticos del Santiago Neoclásico.



Alberto Cruz Montt diseñó no sólo el Club de la Unión; otros de sus proyectos más importantes incluyeron, entre muchos otros, el Palacio Astoreca (1908, Dieciocho 121), Palacio Eguiguren (1919, Dieciocho 102), Palacio Ariztía (1917, Alameda 1642), el Banco Central (1927, Agustinas 1180), la Facultad de Artes de la Universidad de Chile (1918, Quinta Normal), Palacio Irarrázabal (1905, Alameda 1552), Palacio Iñiguez (1908, Alameda 1592).

Las decoraciones del Club de la Unión son obra de su hermano, Carlos Cruz Montt. La construcción del Club de la Unión se inició en 1917, uno de los primeros edificios construidos íntegramente de hormigón armado en Santiago. El Club se inauguró en el año1925.

Como muchos edificios construidos en esa época es de estilo neoclásico francés, con decoraciones exteriores eclécticas y renacentistas. Tiene cuatro pisos, además de una terraza. Es de una belleza arquitectónica impresionante, se destaca por la riqueza de materiales empleados, y la calidad de sus terminaciones son exquisitas. Su entrada se caracteriza por sus tres grandes puertas de medio punto de fierro forjado con incrustaciones de bronce, a las cuales se llega por 23 gradas de mármol.


Tiene grandes salones, una biblioteca con más de 16 mil volúmenes (cada socio debe aportar con un libro para su colección), 12 comedores, una piscina temperada, peluquería, baños turcos, gimnasio, almacén de ventas, etc.


Ha sido alhajado con los mejores muebles de la época traídos de Europa, además de ricas alfombras y cortinajes. De sus salones cuelgan inmensas lámparas de lágrimas. Su hall central impresiona por su altura y vestíbulo de tres niveles, los pisos superiores llevan corredores laterales con balaustradas de mármol. Su arquitectura interior se destaca por sus columnas, las escaleras con barandas de fierro forjado y balcones interiores.

Encontré muchas esculturas que adornan sus salones, estatuillas, relojes, etc. En el hall de entrada hay una escultura de mármol que pesa unas dos toneladas (sic), representa a “Ulises con Calipso” , es una obra maestra de la escultora chilena Rebeca Matte Bello (1875-1929).


Tiene una de las más grandes pinacotecas privadas del país. Encontramos óleos de los grandes pintores chilenos: Pedro Lira, Alberto Valenzuela Llanos, Pedro Subercaseaux, Álvaro Casanova, etc (no se los puede fotografiar). En el gran bar hay un óleo de Pedro Lira llamado “ La Mala Nueva ”, en el Salón Verde uno de Alberto Valenzuela. “ La Primavera en Lo Contador”, en el segundo piso hay óleos de Manuel Venegas. “Bernardo O'Higgins” y “José Miguel Carrera”. Además hay marinas del pintor inglés que vivió muchos años en Chile, Thomas Sommerscale.

Fuente: cybertour.cl
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Ekaterina Babicheva: UNA ACTIVA GUÍA DE TURISMO QUE LLEGÓ DE RUSIA CON AMOR

Ekaterina Babicheva se ha maravillado con las bellezas naturales de Chile. Tanto, que decidió trabajar aquí en el segmento turístico y especializarse como Guía de Turismo. Su dominio de varios idiomas le ha facilitado el trabajo, por lo que su desempeño ha sido óptimo.

De origen ruso —proviene de la localidad de Rostov-on-Don, a unos mil kilómetros al suroeste de Moscú—, Ekaterina Babicheva domina perfectamente el inglés y el español. Ello le ha significado una rápida inserción en el medio turístico chileno para desempeñarse como Guía de Turismo atendiendo, preferentemente, a grupos de viajeros provenientes de Rusia.

Ekaterina se estableció en Chile hace poco más de dos años, y llegó soñando poder trabajar en turismo: “Siempre, siempre me gustó el área turística —confidenció Ekaterina en un perfecto español—; y antes de viajar trabajé en mi país como maestra de inglés”.

Es inevitable consultarle respecto a cómo se produjo su inserción en el medio chileno. Aquí el corazón y las redes tendidas por Cupido jugaron un papel relevante. Se enamoró de un chileno vía internet, hasta que decidió viajar a Chile para conocer a quien entonces le quitaba el sueño.

“Yo sabía muy poco de Chile —comentó Ekaterina—; tenía algunos conocimientos de su política y algo de su geografía. En Rusia no se publican muchas noticias de Chile. Sabia, eso sí, que era un país muy largo”.

Entre sus conocimientos acerca de Chile, confesó haber escuchado sobre Allende, Pinochet, Isla de Pascua y Santiago. Del clima y de los chilenos, propiamente, poco sabía, comentó Ekaterina Babicheva.

“Yo viajé a Chile para conocer a mi enamorado y al país. Y, me gustaron ambas cosas… Entonces decidí quedarme.”

El 14 de enero pasado Ekaterina cumplió dos años de residencia en Chile y ya ha aprendido mucho. Ha viajado al norte y sur del país, y conoce los puntos turísticos más atractivos.

Sorprende cuando nos comenta, —en perfecto español—, que arribó a Chile sin conocer una palabra en nuestro idioma. “Cuando llegué —dice— sólo sabía decir ‘buenos días’, ‘hasta mañana’ y ‘hasta la vista’…”.

Sonríe profusamente, tal vez porque ella misma se sorprende de cómo, en dos años, captó la esencia de nuestro idioma y hoy se desenvuelve en un perfecto español, aunque con un leve acento extranjero.


APRENDIÓ ESPAÑOL ESCUCHANDO A LA GENTE Y VIENDO TELE

Pero Ekaterina sorprende aún más cuando confiesa que ni siquiera hizo algún curso para aprender el idioma: “Aprendí escuchando a la gente y viendo tele”, confesó muy suelta de cuerpo.

Cuando arribó a Chile llegó con la creencia de que aquí “todos los chilenos hablaban inglés”. Los primeros seis meses, en todo caso, fueron para ella los más difíciles, pues tuvo entonces que hacer grandes esfuerzos para entender y darse a entender. Después, todo fue más fácil.

Al sentir que ya comenzaba a dominar el lenguaje español, Ekaterina decidió desempeñarse como Guía de Turismo, porque en la casa ya comenzaba a aburrirse. Envió varios currículum vía internet y, como señala textualmente, ”me respondieron altiro”.

Una Agencia de Viajes, entonces, la contrató altiro. Cuando fue a la entrevista, la conversación se desarrolló en inglés, idioma que ella dominaba a la perfección. Curiosamente, el cargo que tenía que desempeñar consistía en atender viajeros en inglés y en ruso. Es decir, cayó en el lugar preciso y en el momento preciso.

En la actualidad, Ekaterina Babicheva realiza trabajos como Guía de Turismo para tres agencias, las que le solicitan sus servicios, de acuerdo a los requerimientos de cada empresa. Además, ha recibido entrenamiento permanente en el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) para perfeccionarse como Guía de Turismo. Cada viaje hacia algún punto del país implica aprehender nuevos conocimientos de estratégicos destinos turísticos de Chile. Trabajar en terreno ha sido determinante.

Ha recorrido gran parte del norte y del sur. “Me gusta viajar por Chile —confiesa Ekaterina—; he visitado Arica, Atacama, Ovalle, La Serena, el Valle de Elqui, las playas, las montañas; me encanta la ciudad de Santiago, Osorno, Valdivia, Chiloé, Puerto Montt, Puerto Varas, Puerto Natales… También Punta Arenas y las Torres del Paine”.

Reconoce, en todo caso, que el movimiento sísmico del 27 de febrero pasado ha afectado su actividad laboral. “Ha sido la primera experiencia sísmica de mi vida, pues en Rusia, por lo menos en mi ciudad, no ocurren estas catástrofes. El clima no es tan bueno, pero no pasamos este tipo de sustos”.

REACTIVACIÓN LABORAL AL APROXIMARSE LA TEMPORADA DE NIEVE

El cambio de temporada, al aproximarse el invierno, significa para el Guía de Turismo desarrollar menos actividad laboral. Tiene, eso sí, confianza de que llegando la temporada de nieve pueda reactivarse el trabajo con el arribo de turistas brasileños y rusos.

“Y, sin duda, después de esta entrevista, van a llegar muchos turistas rusos a Chile”, señala sonriendo y muy optimista

Ekaterina Babicheva advierte que para los turistas rusos la zona de Atacama, al norte de Chile, les brinda un atractivo muy singular. “No hay regiones en Rusia con estas características geográficas. Además, el desierto chileno es muy especial. Los paisajes son preciosos. El sur puede que no les llame tanto la atención, pues en Rusia se encuentran naturaleza y paisajes con cierta semejanza. Sin embargo, creo que Chiloé sería un punto turístico muy interesante para ellos, particularmente por sus mitos, tradiciones y su historia, aparte de lo auténtico de sus construcciones. Lo mismo la gastronomía, los famosos curantos… Huy, eso es muy delicioso!!! También quiero mencionar lo atractivo que les resulta la Antártica, Punta Arenas y las Torres del Paine… La Carretera Austral, igualmente, les ha llamado mucho la atención. Es una ruta muy atractiva para ellos”.

Ekaterina habla con gran propiedad de Chile y de los rincones más hermosos que ha recorrido. Aparte de desempeñarse con eficiencia e iniciativa como Guía de Turismo, se siente fascinada tomando fotografías en todos los lugares que visita.

“¿Qué me falta por conocer de Chile? Pues las rucas mapuches —responde Ekaterina sin pensarlo dos veces—. A muchos turistas, especialmente a los visitantes rusos, les interesa conocer la cultura indígena de Chile, algo que no pueden ver en Rusia. Y para observar y conocer todo esto, a ellos no les importa viajar desde tan lejos…”

Recientemente Ekaterina Babicheva participó en un Curso de Capacitación para Guías de Turismo impartido por Sernatur. El pasado 23 de abril recibió un diploma muy significativo para ella por haber completado 30 horas cronológicas en el Curso de Flora y Fauna Nativa de Chile, correspondiente al programa Calidad Turística, destinado a prestadores de servicios turísticos, patrocinado por el Servicio Nacional de Turismo.


Fuente: cybertour.cl



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