Sin embargo, Alhué, al igual que todos sus vecinos, está sufriendo el embate de la naturaleza y se duda que el Bicentenario tenga el brillo que se esperaba, mientras se reconstruyen las decenas de casas que hoy están en el suelo, entre ellas la iglesia y la que por más de 170 años cobijó a la familia de Mateo de Toro y Zambrano.
Había soportado con mucho orgullo y también vicisitudes el paso de los años y los fuertes terremotos que han ocurrido desde que en 1840 comenzó su construcción. Pero el sismo del 27 de febrero del 2010 parece haber sido el último. La casona colonial que pertenece a la que fuera hacienda de Mateo de Toro y Zambrano, Conde de la Conquista y presidente de la Primera Junta Nacional de Gobierno, quedó en ruinas y a punto de desmoronarse; su restauración parece casi imposible.
Declarada Monumento Histórico, esta casa de estilo colonial de más de dos mil metros cuadrados, ha sido el centro social y comercial de la Hacienda y en los últimos años una de las mayores atracciones turísticas de la zona. Ahora, sin embargo, ha pasado a engrosar la larga lista de edificios patrimoniales del centro-sur de Chile que cayeron derribadas por la fuerza telúrica.
Alhué —que en lengua indígena significa “lugar de espíritu”—, fue una de las primeras zonas habitadas por los españoles en tiempos de la Colonia, y así es como Pedro de Valdivia le dio estos terrenos en ‘’encomienda’’ a Inés de Suárez. Con más de 400 años de historia, la Hacienda Alhué ha pertenecido a la misma familia De Toro y Zambrano.
PARA DISFRUTE
Está protegida y administrada por Claudio de Toro y su hijo Claudio, quienes hace un par de años decidieron abrir la propiedad al disfrute de los turistas para que admiraran y conocieran los tesoros históricos, artísticos, arquitectónicos y gastronómicos que se ofrecían semanalmente. ''Ahora, no sabemos qué va a pasar'', dice Claudio de Toro, mostrando con pesar las fotografías de lo que quedó de la hasta ahora orgullosa mansión de adobe y madera en ruinas y con gran parte de sus pertenencias sepultadas bajo los escombros.
''Basta mirar estas fotos para darse cuenta de lo que ha ocurrido, pero algunos expertos nos han dicho que se puede recuperar'', agrega Claudio con la esperanza puesta en un futuro que se ve lejano.
Luego agrega: ''Nosotros estamos interesados en su restauración, pero no tenemos los recursos para hacerlo. Espero que ellos salgan de alguna parte, que el Consejo de Monumentos Nacionales, o quien corresponda, tome nota de lo sucedido. Lamentablemente, Alhué es una de las comunas más pobres de Chile y nadie se ha fijado en lo que aquí ha pasado. Ni siquiera hemos tenido cobertura de los medios de comunicación. Por eso, les agradezco que se hayan acercado a nosotros. Necesitamos que nos tomen en cuenta''.
Su interior era un verdadero museo in situ, con variadas e interesantes colecciones de armas, juegos de salón, objetos decorativos de gran valor, bastones, mobiliario de época (originales), vajilla importada, cuadros y retratos de la familia, entre ellos del mismo Mateo, de José Joaquín Toro, quien fue el que heredó la Hacienda Alhué y de José Tomás Ovalle, quien fue por un breve período Presidente de Chile.
Fuente: www.apturchile.cl